Aunque es bien sabido que la policía se encarga de mantener el orden, controlar la actividad delictiva y vigilar la seguridad pública, no siempre puede ofrecer protección las 24 horas del día a todas las zonas que lo necesitan.
La seguridad privada se destaca y entra en ese punto, donde ambos trabajan juntos para cumplir una tarea crucial para todos los habitantes.
En el caso de las empresas que requieren este servicio para la protección de sus bienes, la protección de posibles sucesos y el bienestar de las personas presentes, la seguridad privada tiene como objetivo proporcionar un servicio de protección que se traduce en un ambiente sereno.
El servicio de vigilancia puede intervenir en actos delictivos para detener un asalto o un robo a un negocio y luego remitir el caso a las autoridades competentes, a pesar de que no puede actuar en defensa de las personas como lo hace la vigilancia pública.

Un servicio necesario
Las estrategias de vigilancia son cada vez más importantes para muchas personas, empresas y sectores con el fin de protegerlos de todas las amenazas y peligros potenciales que plantea la ola de delincuencia o los conflictos armados que amenazan la seguridad.
Debido a la enorme demanda creada por el excelente trabajo de los sectores de la vigilancia y protección, éstos se han convertido en una fantástica fuente de empleo formal para muchas personas que desean participar en estas actividades.
En la actualidad, tienen la enorme obligación de gestionar la vigilancia de la organización o el lugar que necesita sus servicios de forma ética y responsable.
Por esta razón, es fundamental profesionalizarse para estar al día con los últimos avances y conocer e incorporar la tecnología, que ahora se ha convertido en un aliado indispensable para mantener una excelente calidad en los servicios.
Para gestionar y supervisar las diversas actividades requeridas, las empresas de vigilancia privada también deben conocer todo el sistema de seguridad integrado, la administración, el marco legal y la tecnología.
